Estimulación social canina

Todo lo que discutiremos a lo largo de esta entrada esta basado en las necesidades generales de la especie canina. Habrá que tener en cuenta que cada individuo tiene características diferentes que debemos conocer con el fin de proporcionar la estimulación adecuada.

Si queremos asegurar el bienestar de nuestro perro tendremos que complementar la estimulación social con la física y la mental.

Nuestros perros necesitarán interaccionar diariamente con otros perros y con personas.

La especie canina es altamente social y, por ello, tienen un gran número de conductas y herramientas comunicativas que necesitan practicar, perfeccionar y mostrar.  A mayores, es un animal que lleva domesticado miles de años a través de lo cuál ha aprendido a comunicarse con otras especies. Principalmente, con la nuestra. Es capaz de improntarse y generar vínculos muy potentes con los humanos pero, en ciertos casos, también con los gatos.

Intraespecífica

Se da entre miembros de la misma especie, en este caso entre perros. Es a través de la cual nuestro peludo podrá practicar y desarrollar las normas sociales y el lenguaje corporal propio. Es parte imprescindible para la socialización de los cachorros y, el mantenimiento de lo conseguido durante la edad adulta.

Las interacciones sociales deben de proporcionarse a cualquier edad.

La intensidad y el nivel de la interacción va a depender, estrictamente, del carácter del animal. Podemos encontrarnos con individuos altamente sociables y otros más tímidos o introvertidos.

Los primeros son aquellos que buscan la interacción constante con otros animales para olerles, jugar, … A estos perros tendremos que dejarles interaccionar con los demás siempre. Si vemos que puede existir algún riesgo en la interacción podremos separarlos siempre de manera suave y positiva.

Por otro lado, los perrines más introvertidos tienden a interaccionar de maneras más sutiles (olisquear, fundamentalmente) con algunos congéneres (no con todos) pudiendo llegar a jugar con quien considere. A estos, NUNCA se les obligará a interaccionar más intensamente de lo que deseen o con el perro que no quieran.  No entran en esta clasificación perros que muestren signos de miedo y/o agresividad.

Si sospechas o tienes la certeza de que tu perro padece algún problema de conducta contacta con un veterinario etólogo.

Por último, en los hogares “multiperro” tenemos una fuente muy potente de estimulación social las 24 horas. La calidad depende de el grado de vinculación que los perros tengan entre ellos pero, salvo casos de agresividad o conflicto claro, sumará en enriquecimiento.

Aún así, inclusive en los casos en que tengamos dos perros con un vínculo muy fuerte (duermen juntos, se buscan, se lamen, juegan,…) será imprescindible que interaccionen con perros desconocidos.

Para entendernos, nosotros podemos llevarnos muy bien con nuestra pareja, padres o compañeros de piso pero, seguiremos teniendo contacto con gente externa (amigos, compañeros de trabajo, la panadera,…).

Interespecifíca

Se da entre individuos de distintas especies. Cómo decíamos antes,  en lo que nos ocupa hoy, sin lugar a dudas, la más importante es la especie humana.

Las maneras en las que podemos proporcionarlas son infinitas. Desde pasas un rato en el sofá juntos hasta momentos de caricias o cepillado. Serán todas aquellas actividades que podamos compartir y resulten POSITIVOS para nuestro perro.

Una de las actividades más necesarias y que promueven mucho la vinculación con nuestra mascota es el paseo. Durante el mismo no sólo compartimos el momento sino que podemos complementarlo con estimulación física (jugar con la pelota o un mordedor) y mental (búsquedas o adiestramiento básico).

Lo cierto, es que dentro de casa también hay miles de actividades con las que compartir tiempo con nuestra mascota. La realización de adiestramiento básico, juegos de búsqueda, introducción de juguetes interactivos como los rellenables o los puzzles.

Para que una actividad sea apta debe de ser positiva para el perro.

Por último, cabe remarcar que muchos perros conviven con otras especies que también promueven esta estimulación. Quizás, la más habitual sea la especie felina con la cual pueden llegar a sucederse conductas afiliativas.

En cualquier caso, estas interacciones mientras sean positivas o neutras sumaran como enriquecimiento social interespecífico. No es necesario pero no tiene porque ser negativo.

En conclusión, es vital proporcionar diariamente oportunidad de interacción social con otros perros y con humanos. Todas estas interacciones deberán de ser positivas y nunca implicar emociones negativas.

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