Los cambios de conducta y las enfermedades (de origen orgánico) siempre han estado relacionados de una manera u otra. Actualmente, el estudio de esta conexión es amplio y nos queda mucho por aprender.
En esta primera entrada pondremos las bases de esta relación en la que iremos profundizando más adelante. Algo obvio pero a la vez muy olvidado como los cambios que se suceden cuando estamos enfermos hasta la presentación de las náuseas en nuestras mascotas.
Sickness behaviour
Seguramente, lo más conocido es lo que ahora los expertos llamamos “Sickness Behaviour”. Lo que siendo sencillos son todos aquellos cambios comportamentales que se suceden cuando estamos enfermos.
Pongamos un ejemplo práctico: Estamos con gripe y, aunque de primeras no tenemos un cuadro neurológico nuestra conducta no es la misma que cuando estamos sanos. Al padecer cualquier enfermedad siempre estamos apáticos, inapetentes, cansados e inclusive más necesitados de cariño (por la necesidad de que nos cuiden). Y al contrario, con más ganas de pasar tiempo a solas (para descansar y recuperarnos lo antes posible).
Todas estas modificaciones que sufrimos nosotros también podemos verlos en otros animales.
¿Importa la especie?
La muestra más o menos clara de este tipo de comportamientos va a depender de la estructura social de esa especie.
Los perros son animales altamente sociales tenderán, en general, a mostrar signos más claros de enfermedad o malestar (juegan menos, les notamos más cansados o desganados, mucho más mimosos,…).
Por otro lado, los gatos que, aunque pueden vivir en grupos no son individuos altamente sociales tenderán a mostrar menos señales de enfermedad. Esto se deriva de la necesidad de no parecer débil hacia los otros gatos que son competidores directos y, por lo tanto, enemigos.
¿Mi mascota puede estar enferma y no mostrar síntomas?
Si. Normalmente, porque son conductas que asociamos como normales o que aparecen de manera alternante (el perro hace vida normal pero de vez en cuando se le ve raro). Estas situaciones pueden llegar a ser las más perjudiciales para el bienestar de nuestra mascota. A lo largo de esta entrada y de las que publicaremos más adelante intentaremos esclarecer todas las dudas. Comenzaremos con las náuseas por su frecuencia de aparición y la gran cantidad de veces que pasan desapercibidas por los propietarios. Fundamentalmente, por su desconocimiento de como se presentan en nuestros animales.
¿Cómo saber si mi mascota tiene náuseas?
Las náuseas son un síntoma de enfermedad digestiva que, rara vez, llega a consulta como signo clínico principal o único. De hecho, lo más común es que se sepa de su existencia haciendo preguntas directas al propietario.
- Relamido constante tanto de sus belfos, superficies o el aire: El lamido esta relacionado con otros muchos aspectos de la conducta. Uno es como señal de problemas orgánicos.
- Mascado de aire o “boca seca”: Cuándo el animal muerde el aire o directamente hace estos chasquidos que asociamos cuando tenemos la boca seca también está teniendo malestar digestivo.
En ocasiones, asociados a retortijones o apatía. También existen signos anómalos de enfermedad digestiva que trataremos más adelante como el fly-bitting (cazar moscas). Sin olvidar, cambios en la postura como el encorvamiento o mostrar la posición de juego (culo en pompa) en contextos ajenos al mismo.
Por lo tanto, si estas conductas aparecen de manera más o menos habitual en tu animal, hazle una visita a tu veterinario. Es muy probable que padezca algún problema a nivel digestivo como, por ejemplo, una intolerancia algún componente de su alimentación.
En conclusión, no podemos olvidar que un cambio en la conducta puede ser un signo de enfermedad como la fiebre, la tos o la diarrea.